La vista panorámica nos muestra los pueblos cercanos por donde transcurre la ruta de la ermita de Santa Ana. Un ziz- zag que va ganando en altitud según se va avanzando.
El sol calentaba con intensidad y la dura rampa de una parte del recorrido puso a prueba a los esforzados ruteros. Una vez iniciado el descenso, el ritmo aumento y permitió la reagrupación de los integrantes.
Era necesario hidratarse, ya que el esfuerzo realizado hizo mella en algunos de los participantes. Tras una pausa de más de media hora, el descenso fue mas llevadero.
La naturaleza y el baloncesto quedan selladas por medio del Campus. Un entrenamiento más superado por todos los participantes.
Los más pequeños tras finalizar sus última sesión se acercan al río para darse un chapuzón y refrescarse en sus gélidas aguas. Disfrutan de saltos espectaculares en una poza cercana a la Escuela Hogar.
Algunos incluso se atreven a desafiar a la cámara y adoptan un pose sugerente ante el objetivo que les inmortaliza.
La velada nocturna, ambientada en juego de tronos, reune a todos los integrantes del Campus. 11 equipos y más de 160 personas en busca de la victoria.
Distintas pruebas que deben superar los distintos equipos para obtener una recompensa que por el momento se desconoce, pendiente de dilucidarse en una próxima ronda.
El entretenimiento televisivo fue la principal inspiración en las pruebas, mezclándose con actuaciones musicales y parodias que hicieron las delicias de los asistentes. Buenas y bochornosas noches des de Cangas.