Para el periodista William Finnegan : "Surfear es una inmersión, literal y metafórica en un mundo muy diferente del rodeado de tierra” Y es lo que experimentaron nuestros integrantes del grupo de mayores en la playa de San Juan de la Arena.
Se trataba de pasarlo bien. Un día en la playa para descansar, romper la rutina de la carga de trabajo de las sesiones de los días precedentes. La bandera verde en la playa indicaba la relativa calma del mar. Las olas no eran muy continuas pero los neófitos lograban mantener el equilibrio.
¿Es posible combinar éxtasis y felicidad? Raras veces se produce esta coincidencia, pero cogiendo olas algunas disfrutan por un instante de esa aparente sensación.
Aunque por momentos, su práctica puede ser atemorizador, frustante y complicado, dependiendo del día y de las circunstancias de la mar.
Surfear no es sencillo. Son necesarios años de práctica y muchas caídas para obtener un rendimiento adecuado a la práctica de este deporte. La fuerza y la habilidad son dos valores a tener en cuenta.
Mientras tanto, el baloncesto no cesa en el Pabellón municipal. Tres niñas del grupo de pequeñas se retan entre ellas en anotar desde la grada. Sus caras de expectantes asumen el riesgo de su tiro.
Unos metros más abajo, esta joven gimnasta, práctica su número de cuerda de cara a la gala final del domingo. El movimiento y ejecución en la salida puede ser la clave del ejercicio final.
Por último, en el Instituto, la decisión llena de adrenalina por lograr la consecución de un tiro limpio, con dos balones consecutivos, plasma la habilidad de este jugador en esta disciplina.
Buenas y ocurrentes noches desde Cangas.
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