Hoy ha amanecido en CANGAS con la niebla baja, casi agua, a la que nos tienen acostumbrados en estos días las mañanas.
Pero poco a poco, en lugar de abrir el día dando paso a temperaturas veraniegas, hoy se ha mantenido el cielo nublado, como marcando la tristeza de despedir a los fenómenos y las fenómenas del primer turno que hoy nos han dejado un hueco en el comedor, en los entrenos, juegos y en el corazón.
Y es que nadie mejor que Diego, un peque del año 2010 que por primera vez iba a un Campus de dormir fuera de casa:
Se pasó el primer día y medio llorando y pidiendo a sus padres que fueran a buscarle… ayer también lloró mucho, pero porque no se quería marchar.
Es difícil de explicar para la gente que no vive esto, los vínculos que se crean y lo que une convivir de una manera tan intensa una o dos semanas.
Nosotros no los podemos poner tristes, seguimos dándole duro porque hoy nos llegan nuevos chicos y chicas con las mismas ganas y los mismos nervios que vivimos hace 8 días ya.
Y seguro que alguno el primer día llora…
No puedo acabar esta entrada sin un recuerdo al grupo de gimnasia rítmica, estás chicas nos han dado una lección de alegria y simpatía todos estos días y han sido un ejemplo de esfuerzo y superación en los entrenos. Paula, María, Jimena, Alejandra y Zoe… GRACIAS
Desde Cangas, buenas tardes
