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  • Foto del escritorCAMPUS CANGAS 2022

AL FILO DE LO POSIBLE


De nuevo en ruta. Esta vez es el grupo de los medianos los que parten desde su morada guiados por Marcial para completar la ruta de la ermita de Santa Ana. Su juventud y ganas superan con creces las previsiones de los menos optimistas. En el ecuador del Campus todavía tiene fuerzas para caminar por este paraje.


De los que se quedan en casa, en el campo anexo a la Escuela hogar, las chicas del grupo de pequeñas practican una nueva modalidad deportiva; el bote-fútbol. Mantener el balón con una mano y disparar a puerta con la otra pierna requiere de una habilidad inusitada.


La ternura, el compañerismo, la amistad, en una palabra, también tienen cabida en nuestro Campus. Rivales en el ejercicio al que esperan turno, nuestras chicas del cadete demuestran con un gesto su simpatía mutua.


¡Defensa, defensa, defensa! vocifera el entrenador del grupo de mayores. El salto sobre la posesión de balón, en ayudas de 2 c 1, es la clave del ejercicio. Buscando el tiro liberado o la penetración a canasta.


Por la tarde, refugiados a la sombra, la tribu india de los pequeños atiende a las explicaciones de su monitor correspondiente para desarrollar el ritmo de tambores adecuado.


No hay dolor. A pesar de la fatiga física y la carga de entrenamientos acumulados. Si se empiezan a notar las primeras bajas, por cansancio más que nada, y algún esguince contado. La fuerza del rebote es otro de los ejercicios ejecutados. Todos contra todos, una dura pelea por capturar el balón, con golpes imprevisibles.


El calor sofocante es determinadas instalaciones alcanza temperaturas elevadas. Ocurre en el Instituto de la localidad. Lo cual no es inconveniente para finalizar el contrataque con suma certeza.


En el Pabellón municipal también se suda. Fraccionado el recinto en tres partes, componentes de pienso en basket y en rítmica comparten escenario. Esta jugadora alevín penetra a canasta con cierta soltura y profesionalidad.


Los chicos dirigidos por Nuno, repiten una y otra vez la mecánica del tiro partiendo de posiciones abiertas para finalizar por el centro.


Por último, en la parte central de la cancha, el ejercicio de cuerda adquiere ritmo y fantasía a los compases de una melodía muy conocida. Plasticidad, elegancia y sacrificio hacen posible su ejecución.

Buenas y calurosas noches desde Cangas.

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