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Foto del escritorCAMPUS CANGAS 2024

EN BUSCA DEL TRONO


Cinco y media de la tarde. Da comienzo el Campus Gangas 2018. 160 personas componen el campus.Todos ellos unidos con un mismo objetivo. Superar once noches doce días conviviendo juntos unidos por el deporte de la canasta y de la gimnasia rítmica.


Tras unas pautas iniciales toca la hora de cambiarse y comenzar a entrenar. Es hora de plasmaren la cancha los ejercicios demandados por los entrenadores durante las vacaciones.



Para algunas les resulta más fácil recuperar la rutina de ejercicios. Como nuestras chicas de rítmica que empiezan con una sesión de estiramientos y calentamiento para acomodarse al parque del pabellón de Cangas.



La novedad de este año, la pulsera del campus, resulta atractiva para nuestras pequeñas jugadoras, resultando más llamativa en la oscuridad.


No hay límites. El trabajo en el gimnasio empieza desde el primer día. Hay que empezar a muscular el cuerpo y nuestros preparadores físicos se encargan con profesionalidad de la tarea.


Es el momento de atender las primeras explicaciones de cada monitor a su grupo. Las normas básicas de convivencia y las actividades a realizar en lo que resta del día.


Es la hora de la recompensa. Las que han finalizado el ejercicio con acierto se libran , por el momento, de realizar las primeras flexiones del campus. Descansan sentadas mientras sus compañeras se esfuerzan en pagar la prenda.


En el instituto los componentes del grupo 5 aceleran el ritmo de sus corazones en los continuos ejercicios que su preparador ha preparado para la correspondiente sesión.


Tras la cena toca conocerse. Muchos repiten de ediciones anteriores, pero otros son novatos y que mejor manera de romper el hielo con una dinámica en el pabellón. Todos los grupos mezclados, para salir del anonimatos, aparcar a un lado la timidez y mostrarse tal como son.


Hay que competir con ahínco, pero sin trampas. Dar lo mejor de cada uno en bien de su respectivo grupo. Ser competitivos hasta en esto. Ni un paso atrás.


Volteretas, roces, manos entrelazadas, pies juntos, mayores mezclados con pequeños y medianos, saltos, gritos y mucha predisposición por parte de todos ponen punto y seguido a esta primera jornada del campus. Felices sueños desde Cangas del Narcea.

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